Primeros pasos en Airbnb

Pensá en tu anuncio como una publicidad de tu alojamiento. Tratá de hacerlo lo más atractivo posible sin omitir las peculiaridades del espacio.

• Comenzá con lo básico. Ingresá datos como la ubicación del alojamiento, qué tipo de propiedad ofrecés y la cantidad de dormitorios y baños a los que van a tener acceso los huéspedes.
• Sacá fotos del alojamiento. A los huéspedes les encanta revisar las fotos para decidir dónde quedarse. Para sacar buenas fotos, primero ordená el espacio. Sacá fotos de todas las zonas y, siempre que sea posible, asegurate de que haya luz natural y que la foto esté en orientación horizontal.
• Destacá los detalles únicos. Cuando escribas el título y la descripción del anuncio, pensá en qué es lo que hace que tu alojamiento sea especial. Por ejemplo, destacá que tiene una buena vista o una pileta. Además, señalá cualquier aspecto de tu descripción que pueda ser importante para los huéspedes antes de reservar, como si hay escaleras o un lugar para estacionar.
  

El siguiente paso va a ser organizar la logística de tu alojamiento, para que todo se desarrolle sin problemas.

• Agregá las normas de la casa a tu anuncio. Para ayudar a los huéspedes a entender qué esperás de ellos, agregá reglas para tu alojamiento. Incluí si está permitido fumar, si se aceptan mascotas o si los viajeros pueden organizar fiestas.
• Configurá tu calendario. Asegurate de actualizar tu calendario de Airbnb según tu disponibilidad para recibir reservas únicamente cuando puedas hospedar viajeros. También podés determinar con cuánta anticipación pueden reservar los huéspedes y el periodo de preaviso que necesites.
  
• Elegí tu precio por noche. Vos decidís cuánto cobrar, pero Airbnb cuenta con herramientas, como los Precios inteligentes, que te van a ayudar a ajustar tus precios a la demanda, además de controles de precios personalizados para periodos como los fines de semana y temporadas específicas.
• Consultá la legislación local. Algunas ciudades tienen normas que regulan el uso de los alojamientos compartidos y establecen, por ejemplo, límites al número de noches que podés hospedar viajeros, requisitos de registro o impuestos especiales. Obtené más información sobre cómo ser un anfitrión responsable acá.
  

No importa si estás esperando al primer huésped o al número cien, estos son los pasos que tenés que seguir para asegurarte de que tu alojamiento esté listo.

• Ordená. Limpiá todas las habitaciones a las que tengan acceso los huéspedes, en especial, los dormitorios, los baños y la cocina. Asegurate de que en las superficies y los pisos no haya pelos, polvo ni moho. Armá las camas con sábanas limpias.
  
• Guardá los objetos de valor. Si tenés joyas, pasaportes u otros objetos de valor, sería buena idea que los guardes en una caja fuerte, un armario cerrado o los dejes en un depósito. También podés pedirles a familiares o amigos que te los guarden.
  
• Ofrecé artículos básicos. Para que los huéspedes se sientan como en casa, considerá la posibilidad de incluir jabón, shampoo, papel higiénico, sábanas y toallas. Tampoco viene mal dejar algunos de estos artículos básicos de sobra por si les hicieran falta.
• Proporcioná los detalles del check-in. Preparate para la llegada y la salida de los huéspedes o pedile a amigos o familiares que te ayuden. Si nadie va a estar disponible, podés usar una caja de seguridad para llaves o una cerradura electrónica y darles a los huéspedes las instrucciones para hacer el check-in a través de la app de Airbnb.
• Agregá los toques finales. A los huéspedes les encantan los detalles. Un manual de la casa con instrucciones y consejos puede ser útil para orientar a los huéspedes. Y, si bien no es obligatorio, con una botella de vino o un regalito podés hacer sentir a los huéspedes como en su propia casa.

Una vez que hayas configurado tu anuncio y preparado el alojamiento, todo está listo para empezar a recibir huéspedes y obtener ingresos.